F.C. BARCELONA

Franck Ribéry o Cesc Fàbregas, es ahora la disyuntiva del Barça. El extremo del Bayern es desde hace meses el primer objetivo del cuerpo técnico azulgrana, muy especialmente de Pep Guardiola, pero si finalmente la llegada del francés no es posible, el Barça irá decididamente a repescar a Cesc del Arsenal.

De todos modos, a día de hoy continúa siendo Ribéry la prioridad. Ayer, el diario alemán 'Bild' publicó que el Bayern no quiere que las especulaciones en torno al futuro de su estrella le amarguen todo el verano.

Así que, por orden de su técnico, Louis van Gaal, el club bávaro ha lanzado un ultimátum: o el traspaso se lleva a cabo antes del próximo día 16 o Ribéry continuará jugando en el Bayern. Van Gaal no quiere que su pretemporada se convierta en un mercadillo, aunque sea de lujo.

La otra clave fundamental en el ultimátum del Bayern es económica. Sí, está dispuesto a vender a su crack, pero lo que no está dispuesto es a hacerlo a precio de saldo. La cifra en que ha tasado inicialmente la salida de su estrella le convertiría en el segundo traspaso más caro de la historia tras el de Cristiano Ronaldo al Madrid: 80 millones de euros.

Probablemente sea solamente una cantidad disuasoria, pero el Barça de ningún modo llegaría a esas cantidades, como ya avanzó en su día Mundo Deportivo. Habría que ver si, en un esfuerzo descomunal, desde el Camp Nou estirarían su oferta hasta los 60 millones, lo que supondría el récord culé de inversión en un solo futbolista. Lo que está claro es que Ribéry, por encima de cualquier otro nombre, es la gran prioridad de Guardiola para reforzar la plantilla del triplete.