F.C. BARCELONA

El Barça afrontaba su segunda final de la Supercopa europea a partido único, -hace tres años la disputó ante el Sevilla en el mismo escenario-, y tuvo que esperar hasta la segunda parte de la prórroga para llevarse el título. Fue en el minuto 115, pero llegó el gol gracias una buena combinación entre Pedro y Messi, que se la devolvió al canario para que batiera a Pyatov.

El FC Barcelona salió con su once de gala y con la duda inicial de Seydou Keita, que finalmente saltó al terreno de juego infiltrado. Guardiola apostó por el tridente de gala con Henry, Ibra y Messi que durante la primera parte probaron en repetidas ocasiones intentar combinar. Sin embargo, ninguna de las sociedades posibles dieron excesivo fruto.

Henry lo probó con un chut fuerte cruzado desde fuera del área (min.8) y fue el más incisivo de los tres de arriba en la primera mitad. Ibrahimovic tuvo un buen papel, pero quizás explotó demasiado su faceta de asistente. Pudo chutar más, pero prefirió hacerse fuerte ante la defensa ucraniana bajando el balón y repartiendo el juego. Además cubrió bien la banda derecha cuando Messi elegía el centro para llevar el peligro a la portería de Pyatov.

El argentino estuvo muy bien marcado por Rat y en el centro encontraba la oposición de los centrales, que no le dejaban muchos espacios para crear espacios. Tampoco tuvo demasiada suerte en las jugadas individuales, pero fue el autor del único tiro a puerto del FC Barcelona durante la primera parte: una falta que atrapó Pyatov (min.31).

Al Barça, que empezó un poco contenido, le costó ubicarse sobre el terreno de juego propiciado por el fuerte marcaje del Shakhtar Donetsk sobre los hombres de creación. Además, Lucescu supo ubicar muy bien las piezas sobre el campo para ahogar sobre todo a Xavi y a Messi.

TRAS EL DESCANSO, LLEGARON LAS OCASIONES

La segunda parte empezó de la misma manera que acabó la primera, con un Shakhtar expectante pero muy, muy serio y muy bien colocado que siguió apretando mucho y esperando sus oportunidades.

Sin embargo, el cansancio empezó a aparecer un poco y los ucranianos tuvieron que imprimir un poco más de fuerza en su juego, lo que provocó las primeras amarillas: una para Ilsinho por cazar a Ibra y otra para Srna en el minuto 64.

El Barça seguía en ese estado de incertidumbre, en el que no llegaban las jugadas de gol y los delanteros seguían sin aparecer: ni Ibra por arriba, ni Messi por la derecha y menos Henry por la izquierda, que se fue diluyendo mientras los minutos transcurrían.

Entonces apareció Messi, que parece que es el único que descubrió que imprimiendo un punto más de velocidad podía descolocar a la defensa del Shakthar y así fue. Minuto 70, centro de Messi, volea al área de medio chilena de Henry que no llegó por un pelo y el balón terminó saliendo fuera.

A partir de ese momento llegaron cuatro jugadas seguidas de peligro que rozaron el gol ante un Pyatov muy serio, protagonizadas casi todas ellas por Leo Messi.

Los dos entrenadores eligieron el mismo momento para hacer los cambios. En el minuto 78, entraron Jadson y Kobin por Fernandinho y Gai en las filas del Shakhtar y un minuto después lo hizo Pedro que sustituyó a Ibrahimovic.

Ya al final de la segunda parte, en el tiempo de descuento, Messi recibió una entrada de Srna que le pareció excesiva al argentino y se encaró con el jugador croata, el árbitro determinó una amarilla para cada uno de los jugadores.

Con el 0-0 en el marcador, el árbitro pitó el final de la segunda parte y el partido fue a la prórroga.

BOJAN REVOLUCIONÓ EL PARTIDO

Parece que, en el descanso entre la segunda parte y la prórroga, aparecieron los nervios en los jugadores de los dos equipos porque desde los primeros compases de la primera parte de la prórroga, se cometieron bastantes imprecisiones.

Lucescu en el descanso hizo entrar a Aghahowa, que ya marcó dos goles ante el Barça en Donetsk en una fase de grupos de la Champions. Y fue el verdadero revulsivo del Shakhtar, que tuvo en sus botas dos ocasiones claras de peligro. En una de ellas, obligó a Valdés a estirarse con mérito.

Guardiola hizo dos cambios en esta primera parte de la prórroga, Bojan entró por Henry (min. 95) y Busquets por Touré(min. 99) y acertó con ambos.

El de Linyola hizo levantar al estadio cuando hizo una genial jugada individual en la que cruzó medio campo y llegó a la línea de fondo pero Pyatov supo rechazar el tiro a córner. De ese córner nació una buena jugada que finalizó Alves con un chut muy duro que marchó desviada a la derecha de Pyatov.

MESSI y BOJAN PUSIERON LA LUZ Y PEDRO EL GOL

La segunda parte de la prórroga fue un monólogo del FC Barcelona con alguna acción de peligro aislada como la que protagonizó el también recien entrado Kobin.

Messi hizo su jugada marca de la casa en varias ocasiones y en todas lograba superar a los defensas pero se encontraba siempre con problemas para armar la pierna y chutar.

Bojan por la banda aportó también muy buenas acciones pero el protagonista de verdad fue Pedro. El canario fue amonestado por simular un penalti, según el árbitro, cuando la verdad es que intentó pasar entre dos jugadores y terminó en el suelo.

Fue el preludio de la jugada clave del partido. Pedro volvió a ser protagonista, le pasó el balón a Messi y el argentino se la devolvió con un buen pase para que el canario se la cruzara a Pyatov y mandara el esférico al fondo de la red.

El gol de Pedro llegó tarde, -tuvimos que esperar hasta el minuto 115-, pero al final sirvió para que el Barça lograra el quinto trofeo de la temporada. La locura llegó al Louis II y, aunque aparecieron algunas bengalas, este equipo siguió haciendo historia.

CHYGRINSKIY ACUSÓ LOS NERVIOS

El central del Shakhtar Donetsk que está a punto de fichar por el FC Barcelona empezó el partido un poco nervioso pero dio algunas muestras durante la primera parte de lo que puede ofrecer a partir de ahora en el Barça.

Estuvo bastante sólido en la defensa y no dudó en poner la cabeza en alguna ocasión dividida. Además hizo un par de pases con intención y un cambio de juego que fue aplaudido.