viernes, 24 de julio de 2009

Se acabó la espera. El Barça 2009-2010 echó a andar en una temporada llena de retos que deben ampliar la leyenda de un equipo histórico sabedor de que, tras conquistar el triplete, será el rival a batir. La puesta de largo, a priori, no pudo ser más lucida: en el mítico Wembley y ante un rival de entidad como el Tottenham inglés. Quedaron atrás los primeros partidos de pretemporadas no muy lejanas contra equipos amateurs y goleadas de escándalo que servían para presentar por todo lo alto a futbolista que, a menudo, no hacían honor a su prodigioso arranque.

Faltaron los futbolistas que disputaron la Copa Confederaciones, tampoco estaba Ibrahimovic, a la espera de cerrar un traspaso inacabable. No jugó Messi, que entrará progresivamente, y Maxwell, tocado, se quedó fuera. La nómina de bajas fue amplia y deslució, en parte, el estreno culé. Guardiola optó de entrada por un 'once' híbrido, con parte de los futbolistas de la primera plantilla con los aportes de Montoya, Fontàs y Gai. Debutó Henrique en el segundo tiempo con un papel secundario y con mucho trabajo por delante. Nervioso e impreciso, no convenció.

El Barça del futuro, en acción

Guardiola cambió al equipo de arriba abajo. Nuevos nombres, muchos canteranos para orgullo de la mejor fábrica de talentos del mundo y debut del brasileño Henrique en el eje de la zaga junto a Muniesa. Dos Santos, Rochina y otros nombres que darán mucho que hablar. El Barça acusó los cambios y lo costó ir impulsando la máquina. Un tiro de Huddlestone se estrelló en las piernas de Muniesa y Keita firmó la réplica con un tiro desde la distancia que se fue alto.

Se animó el duelo en la parte final del segundo parcial. Jeffren, rapidísimo, se plantó ante Gomes, pero no supo definir. El Tottenham contestó ante un Pinto dubitativo que alejó el peligro en dos tiempos y Edu Oriol tiró fuera en otra aproximación azulgrana. Puesto a atacar se apuntó Dos Santos: toque magistral hacia Rochina y remate desviado del '9'. Pero el Tottenham no se conformó. Empató con la complicidad de Pinto, mal por alto. Livermore remató un córner ante la salida descontrolada del meta gaditano (1-1). Primera prueba aprobada por un Barça en su versión 'B' que tiene tiempo para ir puliendo detalles.

0 comentarios:

Share

Share

twitterfacebookgoogle pluslinkedinrss feedemail